Meses atrás se conoció que Michael Jackson llevaba peluca. Ahora, se conocieron nuevos detalles referidos a su autopsia.

Luego de su muerte en junio de 2009, el historial de cirugía estética y los problemas de salud secretos de Michael Jackson quedaron completamente al descubierto durante la autopsia. Ahora, a 11 años del procedimiento, se conocieron perturbadores detalles sobre el estado de la estrella del pop antes de morir.

En las últimas horas, The Mirror reveló que la autopsia confirmó la verdad detrás de años de especulación sobre el cambio de color de la piel de Jackson. Siempre se insistió en que el cambio en su apariencia a lo largo de los años se debía a la condición de la piel vitiligo, que causa parches de pérdida de pigmentación.

Christopher Rogers, el médico que supervisó la autopsia, señaló que Jackson efectivamente sufría de vitiligo, añadiendo: “Por lo tanto, algunas áreas de la piel parecen claras y otras oscuras.”

Michael Jackson, antes del cambio de color de piel.

La autopsia también mostró que había habido una lucha desesperada por salvar a Jackson después de que fuera encontrado inconsciente en su casa. Los hematomas en el pecho y las costillas rotas se debieron a los intentos de resucitación por parte de los paramédicos que trataron de revivirlo antes de que fuera declarado muerto.

The Mirror también detalló uno de los más perturbadores hallazgos en el cuerpo del cantante: el deplorable estado de sus pies. Estaban llenos de hongos, callos y lastimaduras. “Parecían podridos”, aseguró el periódico.

Es que el artista sentía vergüenza de sus pies. Nunca los dejaba al descubierto y tampoco dejaba que nadie lo tratara. El hecho de que siempre usara calcetines, incluso en su vida privada, le fue causando unos callos muy dolorosos y una infección por hongos tan severa que parecía que su piel se estaba pudriendo.

Según su médico, Conrad Murray, la estrella estaba tan obsesionada con la privacidad que durante años se negó a que nadie le viera los pies, y mucho menos a tratarlos.